martes, 11 de octubre de 2011

Gnosis y Cristianismo - Entrevista al Dr. F. García Bazán

GNOSIS Y CRISTIANISMO

Entrevista a Francisco García Bazán

Revista Ciudad de los Cesares – Nro. 64




Nos reunimos un 28 de septiembre de 2001 en el Campus Oriente de la Pontificia Universidad Católica de Santiago de Chile, luego de una larga sesión del Seminario de Estudios Patrísticos. El profesor García Bazán presentó la ponencia llamada “En los comienzos de la filosofía cristiana: la actitud de los escritores eclesiásticos y de los gnósticos ante la filosofía”.


Francisco García Bazán nació en España en 1940, pero reside en Argentina desde 1956, donde está nacionalizado. Es doctor en filosofía. Actualmente es decano del Departamento de filosofía de la Universidad Argentina John F. Kennedy. Destacamos entres sus obras: Gnosis. La esencia comparada del dualismo gnóstico, San Antonio de Padua, 1978; Plotino y la gnosis, Buenos Aires, 1981; Neoplatonismo y vedanta, Buenos Aires, 1982; y René Guénon o la Tradición viviente, Buenos Aires, 1985.


Pregunta: Usted que ha estudiado la obra de Guénon, ¿cuál cree que es su aporte fundamental para el hombre actual?.


R: El aporte fundamental es, justamente el hincapié que Guénon ha hecho sobre la Tradición y, al mismo tiempo, habernos aclarado cual es la idea de la Tradición como Traditio, o sea, aquello, digamos, que se entrega con autoridad, que se recibe debidamente por lo tanto y que se cultiva de acuerdo con estos dos criterios. Esa es la idea básica, es decir, porque en la medida en que no hay Tradición, suceden las cosas, los ejemplos que tenemos contemporáneos, tan presentes y que son esa dispersión del intelecto, en las cuales el yo se pone en el centro de toda realidad y que al final resulta ser un árbitro falso de la misma realidad y se transforma en una pura arbitrariedad.


P: Y el hombre actual, ¿qué posibilidades tiene? ¿Hay tradiciones vivas en este momento?


R: Si, en general. Salvo las religiones que se han ido malformando, que han caído víctimas justamente de estas actitudes, en el fondo que están contra la Tradición y que son antitradicionales. En general, en las religiones hay una inclinación por el mantenimiento de la Tradición, y dentro de las religiones hay algunas en las cuales ese respeto por la Tradición es mayor que en otras. Hay algunas, por ejemplo, y tenemos que seguir a Guénon en parte en esto, como son las del oriente, yo diría concretamente el hinduismo, en donde el respeto a la Tradición es superior a lo que sucede en las manifestaciones de las religiones en occidente. Hay otras en las cuales se han mantenido también por necesidad, y con un buen sentido práctico, la distinción entre lo que se aproxima más a la Tradición, que tiene que ver con el mantenimiento de lo interior, que se llama técnicamente esoterismo, y lo que se mantiene también para que esa religión tenga una presencia social, pública, un aspecto más externo, que es lo exotérico. Eso también ha sucedido en el cristianismo y uno lo ve si se mete en algunos Padres, y ha sido una de las formas de defensa del mismo cristianismo a través de los siglos.


Lo que diría es esto: mientras que en el Oriente se ha mantenido el concepto de Tradición en forma muy riesgosa, o sea indisociable de lo que es la iniciación, de lo que es la formación de los agentes que pueden ser conservadores de esta Tradición mediante determinados ritos de iniciación justamente, en Occidente, cuando aparece esta distinción entre lo esotérico y lo exotérico, no se ha podido tener el mismo cuidado; más bien, yo diría, una distinción entre lo esotérico y lo exotérico, no se ha podido tener el mismo cuidado; es más bien, yo diría, una distinción de carácter intelectual que una distinción de carácter iniciático, pero es una copia, un reflejo; podemos ir de reflejos más externos a otros que son más internos hasta ver cuales habrían sido realmente las verdaderas iniciaciones cristianas, este es un problema dentro de la misma historia del cristianismo. Cuando sostengo que en el fondo algo de eso se ve en el gnosticismo me suelen criticar; entonces, para mantenerme en una situación digamos más equitativa y más fructífera, para que la gente no se aparte, bueno diría justamente que ha habido algunos Padres, algunos escritores eclesiásticos antiguos, algunos, no todos, que han procurado manifestar su desacuerdo con el gnosticismo, y, sin embargo, han conservado esa doble categoría de lo esotérico y de lo exotérico sin vincular lo esotérico a la iniciación, vinculándolo a un núcleo en relación con los sacramentos que la Iglesia siempre ha mantenido. Autores concretos: Orígenes, Dionisio Areopaguita, Clemente de Alejandría.


Uno de los importantes trabajos del Dr. Francisco García Bazán: "La Gnosis Eterna - Antologia de textos gnosticos griegos, latinos y coptos" - Tomo I



P: Sería bueno estudiar esos autores.


R: Exacto, serían los que orientarían mejor hacia esto que nos invitaba Guénon a recuperar.


Después está lo otro, y que realmente si, llamó mucho la atención. El caso de que Guénon un poco viera que esos restos de la Tradición en sentido fuerte, en sentido iniciático se dieran en algunas comunidades ortodoxa, usted sabe que eso fue tan fuerte que hizo que Ananda Coomaraswamy se convirtiera del hinduismo a la ortodoxia y que terminara su vida en una comunidad ortodoxa, eso no se sabe generalmente, pero ha sido así. Eso lo he leído en un libro muy recientemente de Jean Pierre Laurant, Le regard esoterique.


P: Es como si la ortodoxia fuera más platónica


R: Es como si la ortodoxia hubiera mantenido mejor una vitalidad iniciática. No se olvide que la ortodoxia se vincula estrechamente a la teología oriental y se vincula, por lo tanto, a todas las Tradiciones que vienen en lengua griega, ya de por si es un buen vínculo, la lengua griega es mejor vehículo para la conservación de esta sabiduría, que la lengua latina. Eso por un lado, es cierto que la Iglesia ortodoxa ha aparecido como una conversión de los griegos al cristianismo; pero es cierto, también, que le han dado un colorido que pareció conservar mejor justamente ciertas líneas de la antigüedad de profunda espiritualidad como ha sido el neoplatonismo. Y después, las mismas prácticas sacramentales de la ortodoxia se han conservador en comunidades que cuidan mucho la Tradición, y que cuidan mucho la calificación de las personas que ingresan en esas comunidades.


P: Los cambios que han afectado a la Iglesia católica en los últimos treinta años, ¿han sido como una caída?


R: Los cambios tienen su aspecto positivo y su aspecto negativo.


El aspecto positivo ha sido éste: se había llegado a muchos convencionalismos, a mucha exterioridad, bueno, determinadas reformas han hecho que la gente se aproxime un poco más a la Iglesia , y reciba, un poco en lejanía, algunos aspectos de su espiritualidad, en ese sentido es positivo.


Ahora, en la medida que las reformas han significado un aproximarse más al mundo profano que a la esencia de lo sagrado, no han favorecido precisamente a la Iglesia ; pensamos sólo que los que han visto un poco estas reformas, si tienen la fortaleza de mantenerse firmes en la Tradición más pura de la Iglesia , bueno, las reformas no afectarán tanto al conjunto. Pero si esas reformas, que aproximan a un mundo profano, por decir los influyen a todos, bueno, seguimos en la misma inclinación al desorden y al caos que está en todo occidente.


P: ¿Me podría dar una definición de gnosis aplicable a cualquier religión?


R: Podremos hablar en general de gnosis. Esa raíz gnosis, es la misma que está en la palabra hindú jnana, que significa conocimiento, pero un conocimiento que realiza, y en ese sentido se habla de un conocimiento que salva. Aquel que alcanza ese conocimiento se sabe desde siempre y para siempre salvado, o sea, ha descubierto al Espíritu que reside en su profundidad, en eso están de acuerdo los gnósticos, en eso están de acuerdo los hindúes. Pero si hablamos con todo rigor de que sea la gnosis, en cuanto núcleo del gnosticismo, bueno yo le diría que es aquello que posee una persona que se llama el gnóstico. El gnóstico es el que conoce. Pero el gnóstico es el que conoce de doble forma: es gnóstico porque conoce y ha pasado de la ignorancia al conocimiento, lo cual usted se dará cuenta que no es un proceso, sino un salto, es un paso de la muerte a la vida, de la oscuridad a la luz. Pero cuando se tiene esta experiencia, la experiencia de gnosis, entonces el gnóstico descubre inmediatamente que allí hay una riqueza interior que se puede hacer explícita, pero eso se tiene que hacer explícito de dos formas: una cosa es que usted cuente el contenido, la doctrina, el mito gnóstico. Pero otra cosa es que usted eso, como experiencia, lo haga experiencia cada vez más profunda, cada vez más real, o sea que el conocimiento va acompañado de los ritos, de la experiencia, de la iniciación, que es una gradación en la cual el Espíritu se va abriendo en su complejidad riquísima. Pero esto es, fíjese, que es haber pasado de la ignorancia al conocimiento, y ya es una postración sucesiva del conocimiento que lo va realizando. El problema que aquí se tiene es que si esto no se cultiva en el grupo de los que conocen, y en el grupo de los que han mantenido ese conocimiento que viene desde el comienzo, es imposible. Por eso aquella fórmula que daba Clemente de Alejandría: “No sólo es el bautismo el que libera sino también el conocimiento”.-


Dr. Francisco García Bazán



P: Entonces ¿cada religión tendría su gnosis?


R: Ahí tenemos la presencia justamente en el fondo del camino iniciático en las religiones que conservan el par esoterismo/exoterismo.


P: Entonces ¿hay una gnosis cristiana?


R: Claro que sí, pero también tenemos que distinguir: Una cosa sería la gnosis cristiana iniciática que ha sido considerada hereje; y otra cosa es la gnosis cristiana que tiene que ver con aquella primera caracterización que le dí de un esoterismo, lo que es para todos, lo que es para ciertos grupos que comprenden más, que pueden llevar mejor al conjunto a la salvación. Un reflejo de esto, siempre en el cristiano, es la vida contemplativa, la gnosis cristiana, en este sentido, se mantiene a través de la vida contemplativa. Si se terminara la vida contemplativa, que es aquella que centraliza esta gran comunidad que es la Iglesia , la Iglesia iría al caos.


(Entrevista: Jorge Fuentes)