sábado, 30 de mayo de 2015

EL ULTIMO ANARCA - Homenaje a Don José Luis Ontiveros


EL ÚLTIMO ANARCA
En Honor a Don José Luis Ontiveros (1954-2015)



Don Jose Luis Ontiveros (1954-2015)


I - ANUNCIO DEL JUGLAR

Ha muerto el último anarca, pero también fue  el primero que nació entre ruinas en el siglo de las guerras, bajo nuevos cielos y nuevas tablas.

El León dejo de rugir, pero su eco impregna  rocas, árboles y muros de  ciudades silenciosas. ¡Ay de nosotros, gacelas disfrazadas de leones, temerosos del trueno, débiles para grandes travesías!.

¿Qué hacer cuando un gigante de las letras y del arte de la guerra, yace inerte ante nuestros indignos pies?.

Reaccionad!. Secaos las lágrimas de dolor e impotencia!. Levantemos por última vez al León, al que todavía el Sol calienta,  para llevarlo a su morada final.

Y quizás, solo quizás, logre que alguno de este rebaño gris, en tiempos de barbarie, le  crezca una melena dorada y garras de acero, y con su rugir comience a atemorizar, para despertar y guiar al resto, y; de esta manera honrar y persistir en el camino trazado por el sagrado héroe que hoy despedimos.


II - A QUIEN HONRAMOS



En su estudio trabajando


Don JOSE LUIS ONTIVEROS nació en la ciudad de México el 28 de diciembre de 1954. Escritor de libros y ensayos, conferencista, periodista literario y sobre temas de  metapolítica. Fue asesor en temas de seguridad para diversos dirigentes políticos, pero como bien él decía: “manteniendo siempre la independencia del anarca respecto al monarca, y la irreductible libertad de su pensamiento impetuoso y anticonformista” (Robinson Literario, “Apuntes para la biografía de Jose Luis Ontiveros” en Letras Libros y Revistas).   

Estudió lengua y literaturas hispánicas en la FFyL de la UNAM y el posgrado en periodismo en la Universidad Complutense de Madrid.

Ha sido académico de la FFyL de la UNAM y de la Universidad Panamericana; jefe de publicaciones de la Universidad Anáhuac. Fundador de varias publicaciones entre las que se encuentra “Corporativismo” influido por su militancia en Avanguardia Nazionale en los años ´70, y en los años ´80 la publicación “Año Cero” donde comienza a tener presencia el pensamiento de Julius Evola en Iberoamérica.

Ha sido colaborador durante toda su vida de gran cantidad de publicaciones: Casa del Tiempo, Cuestión de Fondo, El Sol de México, Excélsior, Novedades, Punto y Coma, Revista Graal, Revista de la UAM, Revista Universidad de México, y Unomásuno, Vértigo Político, Nihil Obstat, Tribuna de Europa, Disidencias, Ciudad de los Cesares, Euro-Synergies, El Hilo de Ariadna, Cultura Transversal  y en sus últimos años, sus trabajos y entrevistas han sido difundidas por una gran cantidad de periódicos culturales.



Durante toda su vida, Don José Luis tuvo fieles compañeros a su lado. Recordamos a viejo amigo Thor, el rottweiler que lo acompaño tantos años, retratado en una de las reseñas de sus libros.


III - SU OBRA

Don José Luis Ontiveros, es autor de los libros: "La treta de los signos" (1986) "Apología de la Barbarie" (1987), "Aproximaciones a Yamato" (1989), "Cibola" (1990), la "Espada y la Gangrena" (1992), "El Hotel de las cuatro estaciones" (1995), "El Husar Negro" (1999), "Conquista del Poder y Metapolítica" (1999), "Rubén Salazar Mallén y lo mexicano, reflexiones sobre el neocolonialismo" (2002), siendo su ultimo libro, una selección de los mejores trabajos de su columna: "Robinson Literario" (2007).

Entre otras menciones, recibió el Premio Nacional de Cuento Juan Vicente Melo 1991 por su escrito “La maldita obediencia del doctor” inspirado en Louis-Ferdinand Céline. En 1993, recibe en España el premio Ernesto Caballero Jurado por la Tertulia La ballena alegre, animada por Carlos Caballero Jurado.  



Visita a la ciudad de Buenos Aires año 2013 - En uno de los edificios aledaños a la Plaza de Mayo mostrando los efectos de la metralla del bombardeo de la Plaza de Mayo del año 1955 para derrocar al presidente Juan Domingo Perón.


Ha sido miembro cofundador del “Círculo de Amigos de Ezra Pound”, fundador del “Eje Aztlan Austral”, el cual esperemos continuar con el ejemplo de construcción.

Nació a los cielos el 27 de mayo de 2015 en su amado México.

Su obra trasciende el escritor literario. Nos enseñó un método  para revelar, el conocimiento metapolítico que se ocultan en las obras literarias, y así surgieron obras maestras como “Apología de la Barbarie” y “La Espada y la Gangrena”.

Como pocos, reveló la esencia de grandes escritores del Siglo XX como Ernst Jünger, Yukio Mishima, Ezra Pound, Ramiro Ledesma Ramos, Emil Cioran, Louis-Ferdinand Céline, Pierre Drieu La Larrochelle, Friederich Nietszche, Georges Sorel, Julius Evola, Rene Guénon y un gran centenar de escritores que estuvieron presentes en los libros y ensayos de Don José Luis Ontiveros.


IV – SU LEGADO

Finalmente, destacamos de su obra el concepto del ANARCA:  Este  surge de manera cruda en  toda su obra escrita; en principio, debe diferenciarse del anarquismo (los “ismos”). Dicho concepto se acerca a la filosofía de Max Stirner, y Don José Luis Ontiveros nos brinda una explicación que se hace fuego en nuestras mentes: "El anarca es un autoexiliado de la sociedad. El anarca es, también, un solitario, que cree en el valor incondicional y absoluto de los actos. A diferencia del anarquista, el anarca ha dejado de confiar en la bondad natural del ser humano, y en utopías y fórmulas filantrópicas que salven o rediman a la humanidad. Su ser se funda, en el sentido original de la voz griega anarchos "sin mando", pero su autoridad individualista reconoce principios como la disciplina y la moral de la guerra, su combate se libra contra cuando menos dos o tres enemigos, su ámbito es el bosque, el fuego, la montaña en donde el hombre debe abandonar la máscara de la sociabilidad, para retornar a la experiencia primigenia, al ser que se otorga a sí mismo la voluntad". (Ontiveros, José Luis. Apología a la Barbarie. Ediciones Barbarroja – España 1992. p. 38.)

De este trabajo intelectual y existencial, surgirá el “Robinson Literario”. Desde altos acantilados de mármol, el “Robinson” brindará su veredicto sobre los procesos sociales y políticos  americano y europeos en medio de la ruina de valores que nos lega la Segunda Guerra Mundial. Ese solitario titán no deja piedra sobre piedra, ganándose rivales con cada uno de sus escritos; críticos que se aferran a retazos de madera de un barco hundido hace ya muchas décadas.

Finalmente, en sus últimos años, el “Robinson Literario” abandonaba su isla asumiendo la figura de un Ronin para iniciar una nueva guerra: fiel a su espíritu combativo, adhiere a la yihad espiritual. Tal como pensaba René Guenon, desde el punto de vista del pensamiento tradicional,  nuestro homenajeado entendía que el ISLAM  es en el tiempo presente una vía legítima para combatir la MODERNIDAD triunfante del siglo de las guerras, y por lo tanto, este ANARCA, apoyaba esos bravos combatientes defensores de su patria, de su cultura y de todo lo sagrado de su mundo.


V – ÚLTIMOS AÑOS



Visita a la ciudad de Buenos Aires - Agosto 2013 - Bar Tortoni de la Avenida de Mayo.


Su batalla final, la libró muy solo, la soledad del ronin, sin clan, sin muchos que pudieran entenderlo. Su temperamento, tampoco lo ayudo mucho. Amaba y odiaba al mismo tiempo, pero en el fondo, nunca dejo de querer a todos sus camaradas.

Lo recordamos en su viaje de agosto del 2013 a la ciudad de Buenos Aires, Argentina, junto a su esposa Julieta, aquella a quien  le toco una mañana del 27 de mayo de 2015,  tomar su mano y permitirle partir.

En Buenos Aires, camino las calles que tantos escritores amaron. Miro los rastros de las metrallas de aquellos aviones que bombardearon la Plaza de Mayo en el año 1955 para derrocar al presidente Perón. Transito el viejo barrio de San Telmo, donde se encuentran fragmentos de la historia de esa gran ciudad.

Cenó con varios “compañeros” en el “Bar el General” poblado de fotos del pasado peronista en la Argentina, tema que siempre apasionó a nuestro Don José Luis.

Paso una tarde en el antiguo Café “Tortoni”, abierto en 1858, y trasladado en 1880 a la tradicional Avenida de Mayo, a unas pocas cuadras de la Plaza de Mayo, lugar de muchas luchas del pueblo argentino.

Don José Luis Ontiveros tomo un café en ese mítico lugar que tuvo entre sus contertulios a Alfonsina Storni, Baldomero Fernández Moreno, Roberto Arlt, José Ortega y Gasset, Florencia Molina Campos, Federico García Lorca, Jorge Luis Borges, y gran cantidad de políticos de nuestra historia nacional y latinoamericana.

Hoy, el “Café Tortoni” atrapo entre sus antiguas paredes un fragmento más de la historia de las letras: entre los rumores que atraviesan  sus pasillos, mesas y pocillos de café, la voz del “Robinson Literario” se escuchará por toda la eternidad.

Nos despedimos un día, con la esperanza en nuestros corazones de volver a tenerlo nuevamente en la Argentina. Pero el último anarca partió para no regresar.

Nos enseñó a dar el primer paso. ¿Qué esperamos?.
  
+TEOFANO, Juan M. Garayalde




SU VISITA A LA ARGENTINA
Agosto 2013



Fiel al estilo argentino, fue invitado Don Jose Luis Ontiveros a comer un asado en un tradicional horno de campo. 


Iniciación a la función de asador.


Charlas con Vladyka Valerian a la espera de la comida.



Junto a sus camaradas 


Junto a su esposa Julieta en su visita a la Capilla de Piedra de San Vicente de la Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava en el Extranjero


En los rápidos de Río Manso, Río Negro, República Argentina.


En la Plaza de Mayo frente a la "Casa Rosada", lugar donde reside el Poder Ejecutivo de la República Argentina.


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